miércoles, 24 de noviembre de 2010

y está lloviendo


Su sonrisa se desvaneció unos minutos hasta que recordó que a partir de ese momento sería libre.
Aunque no le tuviera a él, aunque ahora perteneciera a nadie.
No se arrepintió de nada, de echo no cambiaría nada de lo que ha hecho.
Siguió su camino mientras el humo de su cigarro se desvanecía, recordó entonces, que después de darle la última calada no sintió ese vacío que sentía cuando estaba con él, ese vacío que le decía que terminara con todo todo eso que llamaba amor.

3 comentarios:

Alice dijo...

Y tu golondrina sonríe desde el brazo, sintiendo, ahora sí, la brisa en sus alas, dejándose llevar por ese sentimiento... llamado libertad.

DANI dijo...

Que equivocada tenemos esa palabra en estos tiempos.

Una maravilla de microrelato.

Besos sinceros

Mi mundo Irreal ಌ dijo...

Me encantó el texto ! Un besito ♥