domingo, 7 de noviembre de 2010

november








Camino por la calle oscura mientras veo tu silueta casi debajo de la farola.
Me miras y yo te miro la ropa, no pareces tu, has salido del coche solo para enseñármelo, me coges por la cintura y me besas, un beso de esos que casi no rozan los labios. Yo me aparto suavemente y te miro mientras tu sigues teniéndome.
Subimos al coche, te echaba tanto de menos...
Justo cuando las cosas se ponen bien y tranquilas alguien estalla.
Empezamos a reprocharnos lo de la otra noche y de los días pasados y de las llamadas de esa tarde, y de toby, y de las facturas de teléfono, y de lo mucho que me quieres y de lo mucho que te importo y de lo mucho que no te importa y de lo mucho que me odias y de lo mucho que podría estar sin ti perfectamente y de que en el fondo sabes que no y de ti y de mi... Gritos y mas gritos en aquella calle tan familiar. Te pego, mi mando estalla en tu cara mientras tu te giras lentamente hacia mi y me miras con esos ojos marrones mientras yo me quedo callada y pensando que volvería a hacerlo mil veces. No dices nada y vuelves a poner esa pose de chulo engreído mientras arrancas el coche, pero no puedes porque me levanto del asiento del copiloto y busco en tus pantalones el móvil mientras tu intentas cogerlo sin éxito, mientras, miro los sms por primera vez y te tiro el móvil a la cara mientras tu me gritas y yo te grito a ti.
Te odio tanto...
Cuando me dejas allí sentada en la acera y tu te vas derrapando asquerosamente sobre el asfalto mientras te grito gilipollas se que esto no va a ninguna parte.
Y aún así el mensaje de te quiero mientras estoy dentro del taxi pensando en como puedo odiarte de esta forma hace que saque esa sonrisa que hacía días que no tenía... Esa sonrisa falsa de intentar auto convencerme de algo prácticamente inalcanzable como lo es ser feliz contigo.

Nlouin

1 comentario:

Laura Wellington dijo...

Me alegra que te haya gustado mi texto, el tuyo es genial.
¡Un beso!